viernes, 20 de febrero de 2009

Violencia juvenil ¿Que estamos haciendo mal?

Mientras perdemos el tiempo dandole vueltas a corruptelas politicas y corruptos sin darnos cuenta de que sería muy ingenuo pensar que solo unos son corruptos, u otros se saltan las leyes a su antojo demostrando una vez más que aquí nuestra opinión no sirve de nada, y por nuestro lado dando muestras de una ingenuidad casi increible, no solo por permitir que se centre la atención en un tema que a priori solo se soluciona a través de los tribunales, siempre claro que estos funcionen como deben, cosa que no parece evidente en la realidad actual de nuestro país, donde las dos grandes pandas politicas se están dedicando a lanzarse acusaciones dejando de lado los problemas reales para crear una gran cortina de humo sobre la situación economica que esta afectando a la mayoría de los ciudadanos, existe otro gran problema que parece quedar en segundo plano pero que está realmente desestabilizando la realidad social, algo que vemos a diario y que por algún extraño motivo no somos capaces de atajar, y es la creciente escala de violencia juvenil que a todos los niveles está apareciendo a nuestro alrededor.

Casos como el asesinato de Marta del Castillo , hacen que la sociedad ya de por si convulsa no salga de su asombro. Cuando un grupo de jovenes, en lo mejor de su vida se rinden a la violencia hasta el punto de cometer un homicidio, desacerse de las pruebas incluido el cadaver de una menor, con total sangre fría e incluso pedir en público a la víctima que vuelva a casa, en una muestra increíble de frialdad y descaro, una se pregunta que es lo que estamos haciendo mal?, porque nuestros jovenes muestran cada día más una total falta de sensibilidad ante la violencia, hasta el punto de ponerla en práctica para solucionar sus problemas de relación. Quizás la funesta imagen que esta dando nuestra justicia, donde ladrones de guante blanco que roban cantidades insultantes de dinero están viviendo comodamente durante un periodo muy corto de tiempo en las carceles, saliendo al poco y convirtiendose casi en estrellas televisivas, donde pederastas condenados campan a su antojo por nuestras tierras porque no se llevan a cabo sus condenas, por dejadez judicial, donde politicos y empresarios hacen lo que les viene en gana, prevaricando, saltandose las leyes y haciendose los tontos, sin que haya consecuencias, donde se condena a unos a penas de prisión por robar una barra de pan, y se deja absuelto a un joven por matar a su padre bajo los efectos de setas alucinogenas, donde violadores y asesinos salen de la carcel sin cumplir sus condenas completas por buen comportamiento, donde un menor puede asesinar a sangre fría a sus padres y al llegar a la mayoría de edad queda absuelto hasta el punto de poder presentarse a un concurso televisivo.....
Podriamos seguir y seguir alargando la lista de sin razones, y yo solo veo que el mensaje que le estamos dando a nuestros crios es que todo vale, que la vida de los otros da igual siempre y cuando uno se salga con la suya, que aquí si eres menor puedes apuntar con una pistola, que no pasa nada, que cuanto más robes mejor menos condena, en definitiva que la violencia no solo es lo normal sino que además puedes ejercerla sin problemas.
La realidad que se nos presenta es una perdida total de valores por parte de la juventud, donde un crío puede levantarle la mano a su madre y sin embargo el castigo por parte de los padres puede ser condenado, donde llevar navaja, pistola u cualquier utensilio que sirva para amenazar y atacar a otros es lo habitual, donde el respeto a la libertad del otro se ha perdido en pro del egoismo y el egocentrismo.
Son muchos, muchisimos los casos de violencia juvenil que se ven a diario, vemos como grupos ultras unen a jovenes manejando a su antojo los pensamientos de estos y dirigiendolos hacía un camino de radicalidad y separatismo que consigue desmembrar nuestra sociedad, grupos ultranazis, ultraradicales, integristas religiosos, sectas violentas, grupos amparados en motivos deportivos que practican la violencia para apoyar a sus distintos equipos, casos de racismo, de enfrentamientos radicales basados en ideas politicas, de falta de comunicación entre los distintos grupos juveniles, hacen pensar que lo estamos haciendo muy mal, pero que muy mal.
Quizás el alto grado de permisismo que estamos dando a nuestros jovenes donde campan sin control por contenidos televisivos inadecuados, donde el morbo parece ser el centro de la audiencia, donde el aislamiento de los jovenes en pro de nuevas tecnologías, permitiendo que menores accedan sin ningún tipo de control paterno a internet y todos sus contenidos, donde se ha convertido en habitual permitir que nuestros niños se sienten durante horas delante del ordenador o la consola jugando a juegos violentos, mientras nosotros tan ocupados en nuestra vida acelerada diaria delegamos en el medio nuestra responsabilidad educacional. Bien es cierto que en una sociedad donde priman las prisas, el consumo y la falta de tiempo en los padres, el hecho de poder mantener un tiempo a nuestros niños ocupados puede parecer hasta lógico, nos sacudimos la responsabilidad diciendo que le tenemos prohibido a nuestros niños ciertos contenidos mediaticos, pero se nos ha olvidado que cuando eres joven, las prohibiciones son algo así como la meta para todos, recordar como la mayoría de nosotros aprovechabamos el menor despiste de nuestros padres para ver los programas de dos rombos, o nos sentabamos a escondidas en el baño del instituto para darle unas caladas al pitillo que el colega había conseguido robar a su padre, a pesar de que no nos gustaba nada la sensación,
¡ Amigos que subidón!, nos habiamos saltado las normas, y aquella sensación especial que nos ponía a cien, valía la pena a pesar de que sabiamos que como papa se enterara nos podía caer una buena, en el mejor de los casos un azote y a la cama sin tele, los menos afortunados la reclusión en casa durante un mes, sin tele, claro que cuando saliamos de la reclusión se nos prohibía algo nuevo y nuevamente la curiosidad y la rebeldía triunfaba.
Pero aquellos castigos nos volvían más cautos, así que en la mayoría de los casos intentabamos que la gamberrada no trascendiera, para evitar el castigo, con el tiempo la mayoría de nosotros habiamos aprendido que las prohibiciones tenían un porque y que cada acto irresponsable que haciamos perjudicaba a otros, con lo cual crecimos sabiendo que existe una linea entre libertad para hacer lo que queramos y la libertad del que tenemos al lado.
Pero ahora nuestros crios viven rodeados de violencia extrema, donde lo habitual son las violaciones, las agresiones, los robos y los asesinatos, las armas no son el enemigo a derribar, sino algo que te va a dar cierta importancia en tu entorno, donde el que más pega no es el chulo a quien todos miran de reojo pensando ¡ya te tocara!, sino las estrellas alrededor de las cuales se monta toda una parafernalia social, y es que ser amigo del matón esta de moda.
El tema da para mucho, para tanto que un solo post resulta casi imposible, pero hoy, como buena gallega quiero dejar una pregunta en el aire, ¿Tan mal lo estamos haciendo los adultos?, y vosotr@s que opinaís.
Bicos a tod@s.
PD: Quiero dejar aquí, mi apoyo a la familia de Marta del Castillo, y a todas las familias que están sufriendo la perdida de sus niños por causa de esta violencia extrema.

-- TODOS SOMOS MARTA - DESCANSA EN PAZ --

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